EL3-Senderismo por el Valle de la Barranca

Esta práctica se llevó a cabo el jueves 28 de febrero de 2019 en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, más concretamente en el Valle de la Barranca. Al realizar esta práctica en un entorno alejado de la universidad la consideramos una actividad de entorno lejano, y se llama exactamente "El3: Senderismo 1. Valle de la Barranca". 

Foto del día de la práctica con el grupo de trabajo durante unas
de las paradas que realizamos durante el transcurso de la ruta.
Remarcar la importancia que tiene realizar paradas a lo largo del
camino marcado, para quitarse alguna prenda, ir al baño o contar
que no falte ninguna persona.

El problema que me surgió durante esta práctica no fue un problema que me cambie la visión sobre este tipo de actividades, si no de la importancia que tiene que hay que ir mirando donde pisamos, y que es muy importante incidir en este aspecto. Este problema me lo encontré varias veces a lo largo de la ruta, pero sobre todo cuando nos metimos en la ruta Ortiz, dado que era un camino con numerosas raíces y piedras en su recorrido. Fue en un momento durante este espacio cuando me ocurrió el problema que estoy comentando. Este tropezón por llamarlo así me provocó una sensación de que me iba a caer y a la vez una sensación de alivio porque al final fue todo un susto, pero a la vez reaccione con rapidez al agarrarme para que no fuese a mayores. Pienso que la reacción que tuve fue la normal y la que debería haber tenido, pues en ningún momento no temí en que me iba a caer y me agarre rápidamente para evitar problemas mayores. Toda esta situación surgió por no ir mirando el terreno por donde pisaba, aún sabiendo por aviso de los profesores que era un terreno bastante irregular, de ahí la importancia que comentaba al principio sobre ir mirando donde damos nuestros pasos, aunque es muy importante en muchos ámbitos, sobre todo en el medio natural, porque puedes estar muchas veces en situaciones un tropiezo de ese estilo puede provocar problemas mucho mayores.

Foto realizada a la actividad ambiental propuesta por mi grupo de trabajo, una de las varias que se hicieron, donde podemos ver que se realizó en una explanada y durante una de las paradas realizadas.

La emoción que más destaco de la primera práctica de entorno lejano es la alegría, provocada por realizar una actividad que llevo realizando toda la vida, desde que tengo 5 años, y que nunca me canso de hacer, aunque año tras año sea la misma ruta de siempre. Produce un efecto de estar en todo momento participativo en las diferentes actividades e interesado por el entorno que se ve alrededor. Fue una intensidad bastante grande ya que es una forma diferente de afrontar la clase, además de ser en una actividad que me encanta llevar a cabo, y estuvo presente durante toda la actividad, incluso al acabarla todavía tenía esa alegría de haberla realizado, aunque ya se juntaba más e iba ganando terreno el cansancio que se generó durante la misma.